Hasta hace poco, las estrategias de marketing se esforzaban por llamar la atención de los posibles clientes (Outbound Marketing) a través de anuncios en radio, televisión, online (redes sociales, Google Ads); sin embargo, hoy, existen otras dinámicas.
A través del Inbound Marketing no buscamos llamar la atención de los clientes de manera intrusiva; en cambio, nos centramos en crear contenido relevante y apropiado para satisfacer sus necesidades o resolver sus problemas, con el fin de atraerlos para generar fidelidad y confianza hacia la marca.
Mediante esta metodología brindamos valor en cada una de las etapas del proceso de compra del cliente logrando que este no piense que el fin de una compañía sea tener más ventas, sino que es él quien se siente atraído hacia esta para adquirir un producto o servicio.
Para lograr este objetivo, utilizamos diferentes canales y tácticas como el content marketing, SEO, emailing, blogs, redes sociales, lead nurturing, entre otros, y nos basamos en las cuatro fases que han sido diseñadas para construir toda estrategia de inbound marketing: atracción, conversión, cierre y fidelización. De esta manera, buscamos que los extraños se conviertan en visitas, pasen a ser leads, se vuelvan consumidores y finalmente, promotores.
Las cuatro fases del Inbound Marketing que aplicamos comprenden las siguientes características:
Atracción
En este punto, queremos seducir al público que esté interesado por la marca con contenido relevante y oportuno. Para eso, utilizamos como recursos las técnicas SEO, blogging, content marketing, redes sociales, entre otros.
Conversión
Una vez logramos que los visitantes se sientan atraídos ingresando al sitio web de la marca, buscamos que estos se conviertan en oportunidades de venta (leads). Para conseguirlo, iniciamos conversaciones con ellos a través de formularios, mensajes, reuniones, entre otros y respondemos a sus preguntas, ofreciéndoles contenido relevante.
Cierre
Hasta aquí ya hay oportunidades de venta, pero finalmente lo que buscamos es que estas se efectúen y logremos tener consumidores. Herramientas como el marketing automation o el email marketing nos ayuda a automatizar procesos (tales como segmentación de prospectos, clientes, integración de datos) que se adaptan al ciclo de compra del cliente.
Fidelización
Ya logramos tener los clientes, pero aquí no termina todo: se necesita conservarlos. Si les gustó el producto o servicio, ellos lo recomendarán a amigos y desconocidos. Por eso aquí continuamos con el envío de información útil y mantenemos conversaciones cálidas y cercanas.